Hola mis queridos lectores, bienvenidos a una nueva entrada,
la número 71 de quien tiene la razón esta vez con muchas perspectivas y muchos
puntos de vista asi que sin más rodeos empecemos.
Nos ha acompañado desde pequeños, no es un sentimiento con
el que nacemos, se genera conforme vamos teniendo experiencias y ganamos
conocimientos , para los que aún no han adivinado, hablo de miedo.
No es malo tener miedo, a veces es necesario, porque nos
hace más prudentes, el miedo evita que tomemos decisiones sin meditar las
consecuencias, el miedo evita que hagamos estupideces que podrían poner en
riesgo nuestras vidas (lamentablemente algunos no sienten el suficiente miedo)
Pero final mente el miedo es una arma de doble filo, es
buena su presencia, pero al mismo tiempo es mala, porque cual cadenas nos
rodea, nos ata y nos limita. Por miedo a fracasar no emprendemos proyecto s,
por miedo a hacer el ridículo, no mostramos nuestro talento, por miedo al
rechazo callamos nuestros sentimientos.
El miedo nos limita, hace que perdamos grandes
oportunidades. Usualmente cuando callamos por miedo, permitimos que se realicen
injusticias, abusos y hasta delitos, el miedo a las represarías, al que dirán,
a marcar la diferencia, a exponer nuestro mundo interno, a convertirnos en personas
más vulnerables, en fin a tantas cosas es como si nosotros mismos nos tapáramos
la boca.
Hay un dicho que dice “hechos, no palabras” pero a veces es
todo lo contrario, solo hacer algo para dejar que receptor interprete lo que queremos decir, no siempre
es la mejor opción porque tal vez tú no eres
la única persona que tiene miedo, este miedo que puede apresarnos
en nuestra inseguridad y evita que demos
un paso hacia adelante.
En el amor vale todas las luchas, si queremos a alguien hay
que decírselo, si la amamos, hay que confirmárselo; si el amor se acabo hay que
informarlo, que tal vez con una buena conversación a un puede ser salvado.
Decirle a alguien que lo amamos, no s nada fácil, pues
expones a tu órgano más sensible, “tu corazón”. Cuando la respuesta que
recibimos no es reciproca, es como si no quitaran el suelo, como si alguien
atrapara con fuerza nuestro corazón con sus manos y lo empezará a deshacer como
arcilla fresca.
Pero saben, es mejor tener esa sensación, que en algún
momento tendrá que desaparecer, (posiblemente cuando encontremos un nuevo amor)
que vivir eternamente en el desgarro que no produce la incertidumbre y el
arrepentimiento por no afrontar nuestros sentimientos, sin saber si hubiéramos sido correspondidos, como hubiera sido
una relación con esa persona, en fin, son tantas las dudas al respecto.
Si hay una verdad pendiente, dila, no la calles, que como
dicen por ahí “La verdad nos hará libres”, no vivas preso en un pasado que no quisiste revelar, ni el universo paralelo del “tal vez hubiera
funcionado” libérate de lo que callaste y vive el presente sabiendo que es más lo que pierdes al callar que lo que ganas, EXPRESATE SIN MIEDO.
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Hasta la próxima!!!
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