sábado, 30 de junio de 2012

Indiferencia





Hola a todos bienvenidos a una nueva entrada, de quien tiene la razón, este fin de semana largo no pude viajar  pero de todas camine un poco por mi querida a Lima  y lo que observe no me gusto mucho, pero tal vez pueda hacer algo al respecto desde aquí, sin más preámbulo, empecemos.

Los vemos en todos lados, todos los días, cuando vamos a trabajar, cuando vamos a estudiar o cuando volvemos a casa, tienen diferentes edades, diferentes géneros, diferentes atuendos, te ofrecen una golosina, te ofrecen una canción, un espectáculo con fuego o a veces solo te ofrecen su historia. Si no lo han adivinado aún si hablo de aquellas personas que mendigan en las calles o en los micros.

Muchos de ellos son niños, que son obligados, por sus padres o peor aun por un tercero a recolectar dinero y al final solo le dan una pequeña parte de lo recaudado o no le dan nada, por ello les recomiendo que en vez d darles dinero les den algo que comer.

Pero no solo vemos niños en las calles ¿verdad? La última semana he visto una invidente, dos ancianitas, un señor con una sonda y un tipo que creo que era de un centro de rehabilitación La invidente estaba debajo de un puente peatonal my transitado, la gente pasaba y pasaba y ella pedía aunque sea un pan para poder comer. El caso de una de las ancianitas era similar pero ella vendía hisopos a la salida de un mercado y la otra estaba afuera de un lugar donde vendían palitos de anticucho, realmente un lugar muy estratégico dirían ustedes, pero todo el  tiempo que estuve ahí todos la ignoraban y comían frente a ella mientras.

En el caso del hombre con la sonda el micro, era tan impactante verlo que la mayoría no lo pensó dos veces para apoyarlo. El del centro de rehabilitación hizo un pedido muy peculiar, in importar que le compremos o no, pedía que no lo ignoren, que por lo menos le devuelvan el saludo.

Es muy difícil, confiar en alguien adulto que te pide una limosna, no sabes si es real la ayuda que necesitan o no, no sabes si realmente están en la miseria o simplemente es una pose para ganar dinero de manera fácil, yo no lo sé, sólo sé es que esta semana vi mucha indiferencia, demasiada para mi gusto, lo peor es que no solo lo hacemos con gente que pide cosas, sino también con gente que no lo hace y como un invidente que estaba en el metropolitano aun no llegaba la puerta para abordar, las personas que caminaban en su sentido pasaban de largo esquivándolo, cuando solo tenía que preguntarle que bus quería tomar y acompañarlo al un pequeño tramo. O un niño tratando de cruzar la avenida sin que lo atropellen los carros que doblan sin detenerse tal como indican las normas de tránsito.

Solo puedo agregar, no digo que ayuden a cuanto desconocido se les cruce por la calle, pero dejar de lado un momento todo lo que invade nuestra cabeza y dejar la indiferencia que nos abraza y no nos quiere soltar no nos haría daño, tal vez no cambiemos para siempre el mundo, pero por un instante, se lo cambiamos a la persona que ayudamos, a veces no tienes que ir muy lejos para encontrar a alguien que te necesite, un amigo, un compañero de trabajo, de estudios o alguien de tu familia, es cuestión de despertar y salir del letargo en el que estamos ¿Qué opinas? EXPRÉSATE AQUÍ

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Hasta la próxima!!!!

2 comentarios:

Jinevil dijo...

Debería preguntar... Y tú que haces por ellos, aparte de Navidad que das a los mas necesitados, y claro la gente se entera porque lo pones en tu facebook(que me parece lo menos apropiado pues Dios no hizo ni haría eso). Quieres que la gente se entera que eres caritativa por esos medios?... En fin, la gente que vende en los micros, solo es gente que NO NECESITA, pero QUIERE LA AYUDA, yo nunca doy porque la persona que quiere tiene lo que quiere, lo demas es especulación. Y comento esto porque en serio me incomoda esa gente que sube a los carros a pedir limosna y mas si son jovenes. Los invidentes, los ancianos es otro level que no tocará en este coment.

Jennifer Guzmán Cavero dijo...

Válido tu comentario, pues hay una parte en la biblia en la que dice, no le digas a tu mano derecha lo que hace la izquierda, Pero lo hago por dos grandes razones, la primera antes de las actividades para buscar apoyo, lamentablemente es algo que no pueda hacer sola ni económica ni físicamente al final siempre todas las manos son necesarias. La segunda razón es después de la actividad para agradecer a los que me apoyaron, pues no todos pueden ir el día de la actividad, pero es necesario que sepan que se logró gracias a ellos.

Tienes razón y la vez te equivocas la decir que es gente que no necesita ayuda, de doscientos niños, hay quienes no tienen una navidad como la tuvimos tú o yo si para llegar a ellos tengo que beneficiar a alguien que realmente lo necesita bien por ellos, yo no tengo derecho a juzgarlos.

Sobre las gente que sube a los carros, si tienes razón incomodan y sobre todo por que muchos no tienen buenas intenciones.